Cuadro mágico tenía todo listo para por fin olvidarse del descenso hasta que Nery Dominguez se mandó el condoro del año ante Everton en Santa Laura.
Estaba todo listo para ser el duelo de la U, nuevamente se jugaba sin público, pero los niños y jóvenes de las cadetes azules acompañaron al equipo en la calurosa tarde de Santa Laura.
El duelo comenzó con la intensidad de un Everton que sobrepobló el mediocampo, bloqueó las bandas de la U y buscaba el gol a como de lugar, pero carecía de un pepero, Sánchez e Ibacache eran los únicos que trataban de hacer algo.
Hasta que al minuto 19, Darío Osorio hace el 1-0 definiendo con un toque sutil tras un centro de José Castro por la izquierda, era el triunfo azul que se necesitaba para olvidarse de todos los males.
El segundo tiempo estuvo teñido por la intensidad y las polémicas decisiones arbitrales. Una polémica sucedió en los 70′, cuando el juez Piero Maza recurre al VAR para revisar una supuesta falta penal de Yonathan Andía sobre Pastrán, ingresado en el segundo lapso. Pese al ensordecedor griterío de las bancas para inclinar la balanza a sus colores, que incluyó una torpe amonestación a Felipe Seymour, el árbitro acierta al no sancionar penal y sí una falta previa del atacante viñamarino.
Posterior a ese tenso momento, se le anula un gol a Luis Felipe Gallegos, tras un choque de De Paul con Junior Fernandes en un tiro libre. Maza lo ve en el VAR y determina falta ofensiva, pese a las voces de la U que reclamaban penal en contra del 9, sobretodo de Andía, quién se calentó mucho por esa jugada y fue sacado del área por Cristián Palacios.
Luego ocurrió algo que todos se siguen preguntando, Miranda, en una actitud torpe y de excesiva confianza, sacó de la cancha a Osorio, Assadi y Palacios, pensando que ya estaba todo finiquitado.
Finalmente ocurre el descalabro, a los 43′ del segundo tiempo un autogol de Nery Dominguez, quién quiso despejar un balón que tenía con la marca de Matías Campos López, el central azul, puso la pelota dentro del arco de Cristóbal Campos, dejó el partido 1 a 1 y nuevamente a la U preocupada porque depende de otros resultados o de la misma U en la próxima fecha para escaparse del descenso.
Tras el duelo todos los jugadores se fueron en silencio y no quisieron hablar.
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