Incertidumbre: El irregular año de la U, que ya depara sorpresas para 2024

En un 2023 donde el león supo de victorias y derrotas, de problemas institucionales, caos en la interna, dirigentes fantasmas y un DT más reflexivo que activo, el romántico viajero se alista para el 2024 que ya empezó, con nuevo DT y refuerzos, en una turbiedad económico.

El cuadro mágico afrontó un inicio de año con altas expectativas. Nada más empezar el 2023, un DT argentino, campeón de Europa en 2004 con el Valencia, llegaba a la banca de la U para dirigir a un plantel recuperado. ¿Recuperado? Sí, ya que desde 2021 y esa increíble salvación, la U de 2022 fue otro dejo de dudas, que se resolvieron con el salvador Junior Fernándes en La Serena, el partido que salvó al león de otro sufrido descenso, gracias a una mala campaña de Diego López. Su nombre era Mauricio Pellegrino. Y llegaban refuerzos, buenos y malos como en todo equipo, pero dos de los cuales dieran que hablar: Matías Zaldivia y Leandro Fernández. El primero, sin duda, se ganó el corazón de los hinchas, olvidando su pasado colo colino para fichar por la U, y de entrada demostró su categoría, determinante en varios cruces, patrón con Casanova (hasta entonces, buen central) en la zaga, apoyando a los del medio y guiando al equipo cuando más lo necesitaba. Leandro, por su parte, llegaba con la misión de ayudar en ataque, en un comienzo complicado, por su poco compañerismo, poco a poco comenzó a romper redes con frecuencia, apoyando a sus pares y siendo letal arriba, aunque errático también. Y en eso, Marcelo Morales que fue de menos a más, ayudado por la triste lesión de Pepe Castro, mientras al medio, dos juveniles: Cordero, tomando la batuta en de un deplorable Ojeda, y Fuentealba, que poco a poco fue tomando protagonismo. Osorio viviría sus últimos meses en el CDA, para irse a Dinamarca, mientras Assadi tomaba titularidad, aunque de hambre poca, no fue lo esperado. Por suerte, Jeisson Vargas y Franco lobos nunca aportaron, es más, el exilio o la jubilación no sería descabellado en ellos. En síntesis, un plantel que por nombres y DT, debía asegurar puestos de Copa Sudamericana al menos. La dirigencia parecía haberle atinado.

Comenzó el torneo y un sorprendente Huachipato nos ganaba de local, un duro escollo para decirle al DT y al equipo que esto no será fácil. Se le ganó a Unión, pero Palestino nos abofeteo la cara. Luego de eso, llegó la trifecta, la U ganaba tres partidos al hilo después de muchos años. La Calera corto la racha, y entonces venía el superclásico, en un pobre y desmedido empate a cero en el Monumental. Copiapó, la misma dosis. Luego, un amistoso contra River Plate, dirigido por Gallardo entonces, y el león perdía por cuatro goles a tres. Un encuentro complicado en la cancha, y conflictivo en tribuna, porque no se permitía hinchas visitantes, y varios románticos fueron a ver al león al país trasandino. Volvió el torneo, Audax y Everton las presas a domicilio del bulla, pero viajamos a Coquimbo, y allí, el cuadro local impuso su poderío de la mano de Holgado y Nano Díaz, ahora ya ex DT del pirata. Ya quedaba poco para el final de la primera rueda, y empezaron a salir algunos humos en la interna: A ver ¿Seguirá Pellegrino al mando, volverá Jeisson Vargas, Aránguiz será desechado finalmente? Y ahí se empató con Cobresal de local, y contra un duro Ñublense de la mano de Federico Mateos, mixto que dejó sensaciones agridulces en la hinchada, con Guerra que volvía a la U y que tuvo más fallos que aciertos, aunque estuvo ahí en momentos importantes, y en otros para el Not Top Ten de ESPN. Ahh, y luego de la vergüenza de nuestra barra en Concepción, la U ganaba el clásico universitario por tres goles, con un nuevo Israel Poblete. La dirigencia encontraba que este plantel estaba para salir campeón, no necesitaban fichar. La U en puestos de Copa Libertadores, bien arriba, algo que hace años no veíamos, y la prensaba alababa al plantel y al DT, destacando a muchos jugadores como el capitán Casanova, Leandro Fernández, Cristóbal Campos y al renovado, entonces, Lucas Assadi.

Llegó el segundo semestre y el inicio no pudo ser mejor: Victoria de visita ante Huachipato, equipo que estaba dando que hablar porque se veía peleando líder junto a Cobresal. La U asalto el morro y con ello, se puso líder con los 2 equipos antes mencionados. Momento de poder parar el torneo y sonreír, al fin, este 2023, de abrazarte con tu padre y besar a tu hijo, saludar al camarada y salir con la camiseta a la calle, playa, hasta graduarse de la universidad… Nada más una ilusión, sólo eso. La U empezó una debacle, con el batacazo de la Unión en su cancha, o la nuestra, no sé. Lo único claro, es que Ronald Fuentes nos pegó fuerte, porque de ahí la U no supo ganar: Derrota en la última ante Palestino, se perdió con el colista Magallanes, que a la postre descendería, humillados ante el capo de provincia O’higgins, empate con sabor a derrota frente a Curicó, que también descendió, y así vamos continuando: Derrota ante Calera, un empate sufrido ante Colo Colo y un calvario caluroso ante Copiapó en la región nortina. Desde mitad de Julio hasta finales de Septiembre, la U no supo ganar. Pero llegó Octubre y los renovados aires primaverales, que a más de alguno provocaron una alergia del terror, dieron algo de calma con una victoria ante Audax de Marcelo Díaz, en La Florida, y donde el DT audino fue cesado. Pero la alegría fue pasajera, se perdió ante Everton. Le ganamos a Católica, nuevamente por tres, pero volvimos a caer, frente a Coquimbo, y en un partidazo en zona minera del Salvador ante Cobresal, un partido que los cobresalinos de ganar, esperando que pasara en el sur con Huachipato, les daría o no el título. Al final, la U se despidió con victoria ante Ñublense de Caputto, Patricio Rubio y compañía. La Hinchada no defraudo, viajó de aquí para allá, y cumplió con apoyar, aunque al final valió un queso. El DT ya había sido cesado, Tamarit perdió la cordura y se peleó con Mayo y compañía, Clark y Cecilia Pérez no aparecían. Y lo peor, es que mucho también se vio en el femenino, donde no dimos el ancho esperado en la Libertadores femenina, Colo Colo nos vencía y se quedaba con el título del torneo, donde el profe Nico no logró potenciar a las jugadoras, y además de conflictos entre chicas, líos de camarín, y Fajre terminaba por irse nuevamente. La U femenina tampoco nos dio lo que esperábamos, y este 2024 no se ve por donde vaya a crecer. Que lástima, un buen año se fue a las pailas nuevamente, siendo el masculino blanco de muchas críticas.

Y ahora ¿Quién podrá ayudarnos? Si pensaste en el Chapulín Colorado, olvídalo. La dirigencia de Azul Azul, entre currículums, candidatos referidos y humos de mercado, tomo una decisión hace pocas semanas, y si bien se podía esperar, la verdad es que ya nada sorprende en el directorio. Es que no aprenden, las redes sociales pueden ser macabras, pero hay gente que va con estadísticas y la verdad de frente. La U y un nuevo negocio turbio, con sorpresas que ya el 2024 depara, partiendo por una que “no esperabas”: Gustavo Álvarez, DT campeón con Huachipato asumía la banca universitaria, en una última fecha donde el equipo de Cobresal perdió la copa en la última fecha. A mi parecer, mal, ya que la U debe buscar a un DT con experiencia, currículum, aptitudes y determinaciones que hagan del león un cuadro competitivo, aguerrido, peleador e incansable luchador hacia el título, pero con Gustavo esto no lo veo claro, tampoco muy bien. Sólo espero que nos cierre la boca a hinchas, gente ligada al club y ex jugadores que también tendrán algo que decir, pero más aportar como se deba.

¿Y sobre refuerzos? Bueno, la U ya tiene claro un retorno, uno que se pidió hace bastante tiempo, que quizás ahora no sería fundamental desde lo físico, pero esperemos que de la cabeza si: Marcelo Díaz vuelve a su casa. Pero además han realizado recientemente incorporaciones que van a dar que hablar, no tanto por lo que pase fuera de la cancha, como pasó con Cristóbal Campos, sino porque habrá que ver como rinden en la cancha, como van a jugar, la asociación con sus compañeros, etcétera. Nos referimos a Maximiliano Guerrero y Fabián Hormazábal, de La Serena y O’higgins respectivamente. El primero viene de ser partícipe en el sub23 de los Panamericanos disputados en Santiago, mientras el segundo llega proveniente del cuadro Rancagüino para cubrir el puesto vacante de lateral derecho, heredado por Navarrete y Yonathan Andía. Sobre el primero, jugador habitual en Deportes La Serena, viene a buscar su revancha en el cuadro laico después de 4 años. Espera poder consolidarse nuevamente en el frente de ataque, acompañando a Leandro Fernández o el delantero que sea. Fabián, por su parte, vendrá a disputar el puesto de lateral con Juan Pablo Gómez que, si bien no tuvo un rendimiento a medida en el conjunto azul, seguirá el 2024 en la institución, por lo que el hambre del jugador de 27 años tendrá trabajo que hacer, aunque es del gusto del nuevo DT. Todavía queda esperar que pasará en el arco: Suenan Gabriel Castellón y Gabriel Arias, éste último rescindió contrato con Racing Club de Argentina, mientras en ataque se espera por Rodrigo Holgado.

Acerca del femenino, las noticias no son buenas. A la salida polémica anticipada de Nicole Fajre, esta semana se confirmó las partidas de Yaki Vecca y Fernanda Pinilla, pilares fundamentales en defensa. El equipo no estuvo muy bien el año pasado, llego hasta la semifinal contra Colo Colo y perdió de manera inapelable contra quien terminó siendo campeón, y en Copa Libertadores tampoco accedió a llaves importantes, considerando que el entrenador Nicolás Bravo fue ayudante de Carlos Véliz, y su experiencia nunca fue suficiente para realzar a las leonas este 2023, así que esperemos que el año que viene, las leonas puedan reforzarse bien, pelear alto y conseguir los títulos que necesite. Así mismo, esperemos también que las categorías inferiores y de proyección puedan conseguir más títulos, ya que este año no conseguimos una cantidad significativa, pero lo más importante, es que jugadores jóvenes den que hablar y sean referentes en sus categorías, para que luego asciendan al primer equipo e impregnen los valores del león en el primer equipo, algo carente desde hace años.

Se nos va un 2023 conflictivo, problemas dirigenciales, un equipo bipolar y un cuerpo técnico que al final se peleó con el alto mando azul, con un inicio prometedor, una mitad de torneo que encantaba, pero que al final todo al carajo, sin copas internacionales, sin copa Chile, sin pena ni gloria, como en tantos años que ya venimos jugando como mediocres. Esperemos que este 2024 sea mejor que los años anteriores, no caigamos en la tentación de decir que somos un equipo vanagloriado y que no necesitamos reforzarnos, o que desde Europa hay ofertas millonarias que no lo son tanto. Desde la mirada crítica, también raciona, y como hincha que soy y somos, queremos verte levantar cabeza león, los románticos viajeros iremos más allá del horizonte, alentando en cada estadio lleno, viendo que ojalá vuelvas al Nacional, esa casa donde la galería sur espera recibirte y cantándote con todo. Que tengan un buen final de año y próspero 2024 hinchas azules, personas de bien, que laburan día a día para ser felices, estar con la familia, producir para el país y apoyar a la U, que en ánforas azules de cálida emoción nos invita a celebrar, sonriendo con el alma para que podamos triunfar.

Abrazos a todos, nos vemos pronto.

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