Teniente Negro: La batalla perdida de Rancagua

Otra vergüenza futbolística, otra noche negra, otra batalla perdida. Y así con las otras.

Se afrontaba el partido contra un líder, contra un conjunto itálico que, definitivamente, va a recordar esta campaña por años. La U era una cosecha de dudas, una tiniebla en Silent Hill, un socavón sin salida clara. A pesar de la derrota ante Everton el pasado domingo, el ambiente en la U, como ya es costumbre y letra la canción, es optimismo y fe. Siempre se ha dicho que la barra es la que hace fuerte al equipo, que los hinchas estamos para aguantar todo lo que venga, y los jugadores así lo entienden… o lo entendían, porque eso no se ve.

Partimos ganando con un penal de eso que parecen un regalo, una señal para ilusionarnos con el ansiado triunfo para quedar arriba (raro). Larrivey marca y el equipo se entona. Pero la U no jugaba bien. Descanso, inicial el segundo tiempo y comenzó la debacle. El teniente negro apareció. Montecinos se inspiró y la colocó, paridad justa frente a una U que sólo era sombras. Desilusiones vendrían, Labrín se creyó el cuento y cabeceo de laboratorio, de esos entrenamientos que en la semana sirven. Esta vez le dio frutos. Mazazo en la cabeza, de nuevo perdiendo. Insisto, la U no jugaba bien, no jugaba bien.

Pitazo final, y esta vez el cuerpo no dio más. Un silencio sepulcral cubrió al equipo, el león estaba abatido, mientras los hinchas se abarrotaban virtualmente, o en redes sociales, para simple y llanamente PUTEAR AL EQUIPO, MATAR AL DT, ASESINAR A LOS DIRIGENTES. Era que no. El lloriqueo de unos, el emputecimiento de otros, la desazón como nunca. Estadio el teniente, el teniente negro, negro como el ataúd que le cayó a Dudamel que, sin prestar declaraciones, puso su cargo a disposición, extraoficialmente renunciar, para que el señor Cristián Aubert tome la decisión de como finiquitarlo. Su elección frente al nuevo timonel. Y pensar que esta elección era la cuarta, y que la evaluamos por lo hecho en una sub-20.

El camino está marcado, los nuevos administradores, Tactical Sport Sartor deberán, en pocos días: salvar a la U, evitar una debacle, conseguir gerente, buscar DT y revivir al equipo, ese que ayer termino mal herido, pero como reza un nuevo dicho, LO DAMOS VUELTA.

Por Felipe Espinosa Diaz

Sé el primero en comentar

Deja un comentario